Cómo enviar Correos Electrónicos con un Archivo Adjunto EXE

Cualquiera que alguna vez haya querido enviar por correo electrónico un archivo ejecutable, como una aplicación de Windows, en forma de archivo EXE, debería estar familiarizado con este problema: Algunos proveedores de correo como Gmail de Google, Microsoft Outlook, Yahoo o incluso algunas empresas separan automáticamente los correos electrónicos con un archivo adjunto EXE, porque existe un gran peligro de que el archivo ejecutable contenga un virus, ya que los virus a menudo se propagan a través del correo electrónico.

Pero ¿qué pasa si realmente necesita enviar un archivo EXE o cualquier otro tipo de ejecutable como archivo adjunto y el destinatario también quiere recibirlo? Nos gustaría ilustrar tres formas de evitar el rechazo automático:

• Solución 1: Cambiar el Nombre del Archivo
• Solución 2: Archivo protegido con Contraseña
• Solución 3: One-Click-Hoster

Solución 1: Cambiar el Nombre del Archivo

Algunos programas y proveedores de correo electrónico sólo miran a la extensión del archivo adjunto. Una vez que un archivo termina en ".exe", se repudiará automáticamente. En tal caso es suficiente cambiar la extensión del archivo del programa. Simplemente envíe su archivo "programa.exe" con el nombre "programa.xyz" y debería pasar.

Solución 2: Archivo protegido con Contraseña

Si quiere ir a lo seguro, debe utilizar nuestra segunda solución. Es decir, algunos programas de correo analizan la estructura de los archivos independientemente de comprobar su extensión y, por tanto, son capaces de detectar también programas ejecutables renombrados.

Primero, debe empaquetar el archivo en un archivo, como un archivo ZIP, 7Z o RAR. Desafortunadamente, esto no es suficiente, porque muchos programas de correo pueden buscar en un archivo ZIP.

Pero esto no funciona si el archivo ZIP está protegido con una contraseña. Entonces, simplemente empaquete su archivo con su programa en otro archivo que esté protegido con una contraseña y podrá enviar las aplicaciones sin que estén repudiados. Por supuesto, tiene que decirle al receptor su contraseña para que pueda abrir el archivo adjunto.

Si a pesar de todo esto surgen problemas, también puede probar con formatos de archivo más desconocidos en comparación con el conocido formato ZIP y esperar que el proveedor de correo no pueda leer este formato o al menos no lo compruebe.

Solución 3: One-Click-Hoster

Si tanto la solución 1 como la solución 2 fallan, entra en juego la solución 3: Simplemente envíe sus archivos indirectamente. Primero cargue el archivo en un on-click-hoster y luego envíe solo el enlace a este archivo.

Alternativamente, esta solución, por supuesto, también funciona utilizando un servidor propio en el que se carga el archivo para enviar sólo el enlace correspondiente.